Lo primero replantearnos el trabajo realizado para realizar el traspaso de negocio.

¿Tiene un precio coherente con la situación del negocio?
¿Se lo estamos ofreciendo a las personas adecuadas?
Son dos preguntas deberíamos hacernos. De todas formas hay que tener en cuenta que el proceso de venta de una empresa o traspaso de un negocio puede ser no todo lo breve que nos gustaría.

Una venta de una empresa supone que, o bien las acciones (en caso de una sociedad anónima) o las participaciones sociales (en caso de una sociedad limitada) sean vendidas a otra persona quien, mediante la tenencia de dichas acciones o participaciones sociales, ostenta el poder de la sociedad y de los activos y pasivos de la misma.

Cuando se produce el traspaso de un negocio, lo que se adquiere es la actividad y los activos de la misma (entre ellos casi siempre se encuentra el alquiler o uso del local de negocio) pero no las cargas, como puede ser la financiación, las deudas con la seguridad social, con la hacienda pública o con proveedores, riesgos que han de medirse muy bien a la hora de adquirir la propiedad de una sociedad.

Generalmente se trata de la cesión de un contrato de arrendamiento de un local en el cual se está ejerciendo una actividad empresarial.

Existen empresas como Inverpoint que nos dedicamos al asesoramiento en compraventa de negocios que podemos aportar un gran valor tanto a clientes vendedores como compradores.

La principal ventaja es que se reducen los riesgos de este tipo de operaciones, estamos especializados en ellas y la experiencia y conocimientos atesorados nos hacen evitar problemas a nuestros clientes.
Además dinamizamos el proceso debido a que gracias a nuestra actividad contactamos diariamente con gente compradora y vendedora y conectamos sus intereses.

Una vez que se toma una decisión en firme de traspasar un negocio es necesario hacerse a la idea de que este proceso puede alargarse en el tiempo y ser arduo. Es primordial definir qué tipo de operación se va a llevar a cabo si el traspaso de un negocio asociado a un contrato de arrendamiento de local, la venta de una sociedad, venta de un porcentaje de participaciones…

Cada una de estas operaciones conlleva una serie de particularidades que habría que estudiar detenidamente para no llevarnos sorpresas desagradables. Por otro lado debemos establecer un precio de venta o traspaso que se ajuste a la realidad del negocio.

También debemos definir cuál es el público objetivo al que vamos a ofrecer el negocio y con qué medios nos vamos a comunicar con ellos. Una vez que tenemos contacto con los primeros interesados en comprar debemos reconocer a aquellos que realmente tienen interés y capacidad económica de adquirirlo.

Un autónomo, aunque la definición real es un empresario individual, tiene posibilidad de traspasar o ceder su actividad a un tercero.

Soy autónomo… ¿cómo valoro mi negocio?

La valoración de la actividad ejercida es independiente del tipo societario elegido y un empresario individual, aunque no pertenezca a una sociedad, tiene un patrimonio y unos rendimientos asociados a su actividad que se pueden valorar y transmitir

¿Puede limitarse el traspaso de un negocio por un contrato de arrendamiento.?

Aunque no es una clausula estandar en los contratos de arrendamiento, efectivamente existe la posibilidad que esto esté incluido en el contrato de arrendamiento del inquilino de un local.

Revise su contrato de arrendamiento, en caso de no estar limitado explícitamente, puede hacerlo libremente.

La diferencia más importante que existe es que un traspaso va asociado a una ubicación física indefectiblemente y se cede la posición de arrendatario del local objeto de negocio mientras que en la venta de una empresa, se realiza la transmisión por un precio de las participaciones sociales o acciones de la sociedad, bien sea limitada o anónima.